Tres Décadas del SEIA: Evolución, Inversión y Tendencias
El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) es una pieza clave en el desarrollo de proyectos en Chile. Su evolución en las últimas tres décadas revela cambios significativos en la cantidad de ingresos y la inversión asociada. En 2024, se registró el menor número de proyectos ingresados desde 1997, mientras que la inversión alcanzó niveles destacados.
El ingreso de proyectos: del auge a la moderación
Desde su creación en 1992, el SEIA ha registrado fluctuaciones en la cantidad de proyectos ingresados. En sus primeros años, el sistema operaba a una escala reducida, con solo 4 proyectos ingresados en su primer año. Sin embargo, la cifra creció rápidamente, alcanzando 1.454 proyectos en 2001 y un máximo histórico de 1.676 en 2006. Desde 2008, la cantidad de ingresos comenzó a oscilar. En 2011 se registraron 1.594 proyectos, pero en 2013 la cifra bajó a 1.448, iniciando un descenso progresivo. La crisis sanitaria de 2020 generó una caída abrupta, con una leve recuperación en los años posteriores, aunque sin alcanzar los niveles anteriores.
En 2024, se alcanzó el menor número de proyectos ingresados desde 1997. Este fenómeno puede responder a un entorno de mayor incertidumbre regulatoria, cambios en la tramitación ambiental o una preferencia por proyectos de mayor envergadura y menor cantidad. La disminución en el número de proyectos no necesariamente indica una baja en la inversión, ya que los montos asociados a los proyectos han mostrado una tendencia al alza.
Evolución y comportamiento de la inversión
El análisis de la inversión asociada a los proyectos ingresados al SEIA refleja los ciclos económicos del país y su relación con factores políticos y regulatorios. Entre 1992 y 2007, la inversión mostró un crecimiento progresivo, con fluctuaciones propias de la consolidación del SEIA como mecanismo para la evaluación ambiental de grandes iniciativas. A partir de 2008, se produce un quiebre: la inversión aumenta significativamente, impulsada por el dinamismo de sectores estratégicos como la minería, la energía y la infraestructura. Entre 2012 y 2013, los montos superan los 80 mil millones de dólares, coincidiendo con un período de crecimiento económico y el ingreso de un alto número de proyectos. Sin embargo, tras este auge, la inversión comienza a fluctuar. Entre 2015 y 2023, se observan variaciones notables, con caídas abruptas y recuperaciones parciales. El año 2016 marcó el peak de inversión, seguido por una fuerte caída en 2018, una leve recuperación en 2019 y niveles cercanos a los 40 mil millones de dólares en 2022-2023.
En 2024, se vislumbra un repunte en la inversión, alcanzando niveles comparables a los períodos de mayor auge. Este resurgimiento podría estar vinculado a la reactivación de proyectos estratégicos. En definitiva, el SEIA ha sido testigo de la transformación del panorama ambiental y económico de Chile. Sin embargo, los desafíos en la tramitación de proyectos siguen presentes, y mejorar su eficiencia es clave para el desarrollo sostenible del país. Si bien el número de proyectos ingresados en 2024 es el más bajo desde 1997, la inversión ha alcanzado niveles destacados, lo que indica que los proyectos en curso tienen un mayor impacto económico. Esto es una señal positiva en un contexto de incertidumbre regulatoria y económica.